María nunca había visto un mar tan inmenso. Había viajado a muchas playas del mundo, pero nada la preparó para lo que sintió al llegar a Cofete. Se quitó los zapatos y hundió los pies en la arena dorada, tan suave que parecía polvo de estrellas. El viento, libre y salvaje, despeinaba su cabello mientras las olas rompían con fuerza en la orilla.

No había chiringuitos ni ruidos de turistas, solo la naturaleza en su estado más puro. Se quedó en silencio, dejando que la magia del lugar la envolviera. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que el mundo se detenía.

Las playas que te robarán el aliento

Fuerteventura es un paraíso con más de 150 kilómetros de playas, cada una con una personalidad propia. Aquí no hay prisa, no hay estrés, solo el sonido del Atlántico marcando el ritmo de tus días.

1. Cofete: La reina indomable

Cofete no es solo una playa, es una experiencia. Sus 12 kilómetros de arena dorada y su mar bravo la convierten en un destino imprescindible. Pero llegar hasta aquí no es tan fácil: hay que recorrer una pista de tierra serpenteante que atraviesa montañas. Sin embargo, cuando llegas, la recompensa es incalculable. Es el tipo de lugar donde puedes sentarte y sentirte diminuto ante la grandeza de la naturaleza.

2. Sotavento: El espectáculo de las lagunas

Si te acercas a Sotavento con marea baja, creerás que estás en el paraíso. Sus lagunas se forman entre la arena y el mar, creando un paisaje que parece sacado de un sueño. Aquí, los amantes del kitesurf y windsurf encuentran su hogar, deslizándose sobre el agua con la brisa perfecta impulsándolos.

3. El Cotillo: La calma hecha playa

Al norte de la isla, las playas de El Cotillo son el refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad. La Concha, con su agua turquesa y arena blanca, es ideal para relajarse y nadar sin preocupaciones. Y si prefieres algo más salvaje, las playas de Los Charcos ofrecen un espectáculo de olas rompiendo contra la costa volcánica.

4. Ajuy: Un rincón con historia

Ajuy es diferente. Su arena negra y sus acantilados te recuerdan que Fuerteventura es una isla nacida del fuego. Aquí no solo disfrutas del mar, sino que puedes adentrarte en las cuevas que usaban los piratas hace siglos. Es un lugar con alma, donde el Atlántico golpea con fuerza, recordándote lo pequeño que eres ante su inmensidad.

5. Grandes Playas de Corralejo: El Caribe de Canarias

Si buscas arena dorada infinita y aguas cristalinas, este es tu sitio. Frente a las dunas de Corralejo, las Grandes Playas te ofrecen kilómetros de paraíso. El contraste entre el azul del mar y la arena clara es hipnótico. Aquí, puedes nadar, hacer snorkel o simplemente tumbarte bajo el sol y dejar que el tiempo pase sin prisa.

¿Listo para perderte en el paraíso?

Fuerteventura no es solo una isla, es un mundo de arenas doradas, aguas turquesas y brisas eternas. Es un lugar que se queda en tu piel y en tu alma. María lo supo en cuanto pisó Cofete por primera vez: no estaba de visita, estaba encontrando un nuevo hogar en el Atlántico.

¿Y tú? ¿Cuál de estas playas será la que te haga enamorarte de Fuerteventura?