¿Quieres recorrer Fuerteventura como se merece? Olvídate de los tours aburridos y súbete al coche. Aquí no hay atascos, solo carreteras que te llevan a paisajes que parecen de otro planeta. Coge el volante, baja las ventanillas y siente la libertad de explorar cada rincón sin prisas. Estas son las mejores rutas para un road trip de escándalo.

1. De Corralejo a El Cotillo: Playas Salvajes y Atardeceres Inolvidables

Recorrido: 20 km | Tiempo estimado: 30 min (sin contar paradas, pero harás muchas)

Pon rumbo a la carretera FV-10 y prepárate para descubrir algunas de las playas más espectaculares de la isla: Playa de los Charcos, La Concha y El Aljibe de la Cueva.

Cuando llegues a El Cotillo, date un baño en sus aguas turquesas y quédate hasta el atardecer en los acantilados del faro. Con suerte, disfrutarás de un ocaso que te hará replantearte la vida.

2. De Puerto del Rosario a Betancuria: Un Viaje al Pasado

Recorrido: 40 km | Tiempo estimado: 45 min

Salimos de la capital y nos adentramos en la Fuerteventura profunda. Primera parada: el mirador de Morro Velosa. Desde aquí, la isla parece un lienzo infinito de ocres y dorados. Luego, seguimos por la serpenteante FV-30 hasta Betancuria, la antigua capital y el pueblo más bonito de la isla.

Aquí el plan es simple: callejear por su centro histórico, visitar la iglesia de Santa María y, por supuesto, probar un buen plato de cabrito majorero. Acompáñalo con queso curado y miel de palma. No te arrepentirás.

3. De Costa Calma a Cofete: La Ruta de la Aventura

Recorrido: 45 km | Tiempo estimado: 1 h 30 min (dependerá del estado del camino de tierra)

Esta es para los valientes. Desde Costa Calma, toma la FV-2 hasta Morro Jable y prepárate para dejar atrás el asfalto. La pista de tierra hasta Cofete es un desafío, pero cada bache merece la pena. Cuando llegues, te encontrarás con la playa más salvaje de Fuerteventura: kilómetros de arena virgen, montañas imponentes y un océano que ruge con fuerza.

No hay chiringuitos, ni cobertura, ni turistas despistados con chanclas. Solo tú, el viento y el Atlántico en su máxima expresión. Es el tipo de lugar que se queda grabado en la memoria para siempre.

4. De Gran Tarajal a Las Playitas: Mar, Montaña y Silencio

Recorrido: 15 km | Tiempo estimado: 20 min

Si buscas un rincón tranquilo, esta es tu ruta. Desde Gran Tarajal, con su aire local y su paseo marítimo lleno de barquitos, sigue por la FV-512 hasta Las Playitas. Aquí el tiempo pasa más lento, el mar es de un azul hipnótico y el pescado fresco sabe a gloria.

Si te gusta el senderismo, sube al Faro de la Entallada. Las vistas desde allí te dejarán sin palabras. Y si prefieres relajarte, quédate en la playa con un buen libro y deja que el mundo siga girando sin ti por un rato.

5. De La Pared a Ajuy: La Ruta del Contraste

Recorrido: 30 km | Tiempo estimado: 40 min

De un lado, el Atlántico furioso; del otro, un pueblo de postal. Salimos de La Pared, el paraíso de los surfistas, y seguimos por la FV-605 hasta Ajuy, un pueblito con casas blancas, barcas de colores y una playa de arena negra espectacular.

No te vayas sin visitar las cuevas de Ajuy, una maravilla geológica con millones de años de historia. Y antes de irte, siéntate en un restaurante frente al mar y pide unas lapas con mojo. Comer mirando el océano siempre es un lujo, pero aquí sabe aún mejor.

6. De Pájara a La Lajita: Entre Montañas y Costa

Recorrido: 25 km | Tiempo estimado: 35 min

Partimos desde Pájara, un encantador pueblo con su icónica iglesia de estilo mexicano, y seguimos por la FV-605 en dirección a La Lajita. A lo largo del camino, las montañas volcánicas crean un paisaje espectacular, mientras el océano aparece a lo lejos.

En La Lajita, visita el Oasis Wildlife, un parque de fauna y flora perfecto para toda la familia. Luego, relájate en la playa o disfruta de un pescado fresco en un restaurante local con vistas al mar.

¿Listo para la Aventura?

Fuerteventura no se recorre con prisas. Aquí el viaje es tan importante como el destino. Llena el depósito, prepara una buena playlist y lánzate a descubrir la isla a tu ritmo. Y si te pierdes, mejor. A veces, los mejores rincones no están en el mapa.